¿Qué son las terapias cognitivo-conductuales (TCC)?
Las terapias cognitivo-conductuales (TCC) refieren a un conjunto de terapias que comparten ciertas características, siendo la principal que los tratamientos enmarcados bajo las mismas se encuentran basados en evidencia, lo que quiere decir que sus intervenciones han sido puestas a prueba en estudios científicos controlados con el fin de garantizar el mejor tratamiento posible para la problemática que llegue a la consulta.
A continuación, vamos a ver las características principales
que comparten las Terapias Cognitivo-Conductuales:
*Si bien al hablar de
“TCC” se hace referencia a un tipo de terapia en particular, que podemos llamar
“TCC estándar” y que fue desarrollada por Aaron Beck, es de mayor utilidad
utilizar esas siglas para referirnos a las diferentes terapias que comparten los
principios que veremos a continuación.
- Inter-relación P-E-C: El pensamiento, la emoción y
la conducta son tres aspectos psicológicos íntimamente relacionados, de
tal manera que un cambio en alguno de ellos producirá alguna modificación en
los otros dos.
(Si en tu terapia la
explicación de tu malestar se le atribuye a motivos abstractos y que no te
quedan claros, como cuestiones “inconscientes” o de “vidas pasadas”, ahí no
es).
- Orientadas hacia objetivos: luego de las
primeras sesiones, donde se realiza una evaluación del caso para definir las
conductas-problema del paciente y los procesos que mantienen las mismas, se
plantearán diferentes objetivos terapéuticos que deben ir cumpliéndose para
poder garantizar un avance en la terapia.
(Si en tu terapia no hay
objetivos claros ni tareas entre sesión, es imposible que sepas si la terapia
está funcionando o no. Y sí, ahí tampoco es).
- Enfoque en el aquí y ahora: A diferencia de otras
corrientes psicológicas, donde el trabajo sobre el pasado es central en el
proceso terapéutico, las TCC hacen foco en todo aquello que mantiene tu
conducta-problema, entendiendo que no hay evidencia científica que demuestre
que resignificar el pasado genera que la sintomatología actual cese. Esto no quita que indaguemos el pasado para entender tu historial de aprendizajes, ya que lo que hoy es una conducta problemática en algún momento fue aprendida porque te resultaba de utilidad.
(Si en tu terapia no se
enfocan en lo que pasa en el día a día y salís habiendo hablado más del pasado
que del presente/futuro, ahí no es).
- Psicoeducación: se refiere al proceso de otorgarle
información al paciente sobre qué le está pasando y cómo hacer para que eso le
deje de pasar. Es un punto imprescindible ya que será la herramienta
fundamental que tendrá el paciente durante el tratamiento para entender el
proceso que se le está proponiendo, así como también para cuando tenga el alta
y sea una herramienta que le permita prevenir recaídas. Si querés saber un poco más sobre la psicoeducación y su relevancia en la TCC, te dejo una entrada que escribí al respecto: ¿Qué es la psicoeducación?
(Si no te explican en tu
terapia por qué te pasa lo que te pasa y cómo hacer para que te deje de pasar,
ahí no es).
- Empirismo colaborativo: el trabajo terapéutico es
un trabajo de equipo que escapa al tiempo que comparten paciente y
terapeuta en la sesión. Mientras que el terapeuta tendrá la tarea de planificar
el tratamiento y psicoeducar al paciente en relación al proceso que atravesarán
juntos, el paciente es quien activamente debe llevar todo lo puesto en marcha
en la sesión para lograr un cambio en la conducta-problema a modificar.
(Si tu terapeuta se queda callado o no te explica cómo entiende lo que te está pasando, no estás haciendo terapia).
Más allá de que en esta nota resumí algunos puntos importantes, cabe destacar que no son los únicos. El Club de la Rumia es un blog que está dedicado exclusivamente a divulgar cuestiones de psicología basada en evidencia, por lo que todos los posteos estarán bajo la línea de esta corriente, ya que es desde la cual trabajo.