Psicoeducación: ¿qué es y cuál es su papel en la psicología basada en evidencia?


A partir del crecimiento de las redes sociales y los diferentes canales de difusión de psicología científica, el término “psicoeducación” se hizo muy popular en estos últimos años, incluso por fuera del ámbito terapéutico. ¿Pero a qué hace referencia realmente este término? Antes que nada, vamos a partir de la siguiente definición:

 

La psicoeducación es una intervención destinada a brindarle al paciente información detallada y sistematizada acerca del origen de sus síntomas, de los mecanismos que los sostienen y de las posibles consecuencias de los mismos, con el objetivo facilitar el aprendizaje sobre un amplio rango de dificultades emocionales y comportamentales, sus efectos y las estrategias para manejarlas. Se basa en considerar que el conocimiento permite incrementar los recursos disponibles para afrontar dichas dificultades

 

Partiendo de esta definición, veamos diferentes puntos clave en este concepto que nos permitirán profundizar su utilidad:

 

1) Le permite al paciente obtener información sobre lo que está atravesando:

Los pacientes que comprenden mejor su afección y el razonamiento detrás de las intervenciones terapéuticas son más propensos comprometerse con el tratamiento.

2) Fomenta un rol activo:

Al proporcionar información, la psicoeducación les da a los pacientes un mayor sentido de control y participación activa en su propio proceso de tratamiento. Explicarle a los pacientes lo que están atravesando, basándonos en un conocimiento científico, permite que entiendan que no son los únicos que están viviendo esto y que hay una salida para lo que están pasando.

3) Adherencia al tratamiento:

Varios terapeutas podremos coincidir en que muchos consultantes nos han dado un relato como este: “hice terapia, fui a algunas consultas, pero no me decían nada, no me sentía comprendido, y terminé dejando”. La psicoeducación nos sirve para evitar que ocurran este tipo de situaciones, muy comunes en terapias psicológicas que no se encuentran basadas en evidencia.

4) Mejorar la alianza y establecer un lenguaje común entre paciente y psicoterapeuta:

Para fortalecer la adherencia al tratamiento es fundamental que el consultante tenga una buena alianza terapéutica. En este sentido, además de tener una función informativa, un valor fundamental de la psicoeducación radica en la capacidad para establecer un nexo entre la lógica del paciente y la lógica del terapeuta.

5) Prevención de recaídas:

Los consultantes que saben identificar los signos tempranos de recaída y las estrategias para prevenirlas están mejor preparados para mantener su bienestar a largo plazo. En definitiva, para que una terapia sea exitosa, es sumamente importante que puedas comprender por qué te pasa lo que te pasa, cómo hacer para que te deje de pasar y, no menos importante, cómo hacer para que no te vuelva a pasar.

6) Es un derecho:

Sencillamente la psicoeducación cumple con un derecho fundamental de los pacientes: el derecho a la información.


Vamos a tomar el ejemplo de los trastornos de ansiedad, donde la psicoeducación es una de las intervenciones pilares, ya que nos encontramos con consultantes que desarrollaron diferentes mecanismos que desencadenan y mantienen los cuadros que atraviesan. Entender cuáles son estos y ser informados en cómo romperlos les permite a los pacientes reinterpretar sus respuestas ansiógenas a la luz de la nueva información, de forma tal que el significado atribuido previamente ("me voy a morir”) se transforme en una interpretación no catastrófica ("estoy teniendo esas sensaciones tan feas, pero sé que de esto no me voy a morir"). De esta manera, la psicoeducación tiene un rol favorecedor de una actitud menos alerta o defensiva ante un peligro anticipado o imaginado.


Entendiendo la importancia que tiene la psicoeducación en un tratamiento psicoterapéutico, y a modo de cierre, me gustaría remarcar simplemente que, como pacientes, siempre puedan cuestionar las intervenciones de sus terapeutas y busquen comprender la planificación del tratamiento que están llevando a cabo. Los profesionales tienen que ser claros con la transmisión de la información y es sumamente importante que salgas de las sesiones entendiendo qué te está pasando y cómo están procediendo para que eso te deje de pasar. 


(Imagen ilustrativa de un psicólogo TCC realizando psicoeducación)

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